Radares en motos

Radares de proximidad en moto: ¿Funcionan? ¿Merecen la pena?

Los radares de proximidad es la última tecnología de ayudas a la conducción que se ha incorporado al mundo de la moto, tanto delanteros como traseros. Vamos a ver cómo funcionan y si merecen la pena.

Los radares de proximidad son un tipo de ayudas electrónicas a la conducción, que detectan los vehículos que tenemos por delante y por detrás. Es una electrónica que el mundo de los coches conoce desde hace años, pero que se ha incorporado por primera vez al mundo de la moto en 2021.

Actualmente solo lo montan la KTM 1290 Super Adventure, la Ducati Multistrada V4 y algunos modelos de BMW.

Radar delantero en motos

El radar delantero sirve para detectar los vehículos que tenemos delante de nosotros, y se usa en conjunto con el control de crucero, convirtiéndolo en adaptativo. Esto quiere decir que, una vez establecemos una velocidad determinada, la moto adapta y regula esta velocidad acorde a lo que “ve” delante de nosotros.

Si detecta algún vehículo delante bajará la velocidad. Si detecta que ese vehículo acelera o se quita de nuestra trayectoria, recuperará la velocidad establecida acelerando. Todo haciéndolo ella solita.

Esta lectura de lo que hay delante de nosotros, solo afecta a lo que hay dentro de nuestra trayectoria, por lo que podemos ir adelantando, cambiando de carril o circulando entre coches sin problemas con el control de crucero activado.

En el momento en que un coche o moto (que también las detectan) se sitúa delante de nosotros, la moto frenará por nosotros más o menos fuerte dependiendo de como aparezca este vehículo, dejando la distancia que hayamos establecido previamente. Cuando detectan un vehículo delante, detectan también la velocidad de este, por lo que van haciendo cálculos en tiempo real de las distancias y el tiempo y ajustando la frenada. En este modo “automático” pueden hacer apuradas realmente fuertes ellas solas.

Los radares tienen una serie de configuraciones en las que podemos establecer dos parámetros: la distancia que queremos dejar con el vehículo de delate y la velocidad de recuperación de la velocidad establecida.

Si establecemos una distancia amplia respecto al vehículo que llevamos delante la moto frenará o acelerará con tiempo. Por el contrario, si establecemos la distancia al mínimo, la sensación será que vamos demasiado pegados y no le va a dar tiempo a frenar a la moto, por lo que iremos un poco en tensión. Pero tanto en una distancia como en potra la moto es capaz de actuar con tiempo de sobra.

La primera vez que montamos en una moto con el control de crucero adaptativo, es mejor que establezcamos las distancias máximas para ir probando las sensaciones que transmite. Si empezamos con una distancia corta podemos sentirnos un poco agobiados, pasado un rato empezamos a confiar en el sistema y la sensación de ir demasiado pegados se reduce, y nos fiamos de que la moto frenará sola.

Igualmente, también es raro cuando la moto empieza a acelerar sola, sobre todo si en curva. Ya que, si el vehículo que tenemos delante acelera cuando vamos inclinados, la moto acelerará también sola hasta llegar a la velocidad establecida en el control de crucero, manteniendo todo el rato la misma distancia con el vehículo de delante.

La otra opción de configuración es la velocidad de recuperación (solo lo monta KTM) y lo que hace es acelerar con más o menos potencia para alcanzar o recuperar la velocidad marcada por nosotros más rápido o más despacio. Esto es menos “impactante” para nuestro cerebro que las frenadas automáticas con un coche delante, y podemos regularlo sin necesidad de adaptarnos.

Radar trasero en motos

El radar trasero funciona igual que el delantero. Detecta los vehículos que vienen por detrás y la velocidad a la que lo hacen. Pero esta información la utilizan, en vez de para regular la velocidad, para activar unos LED situados en los espejos, que nos advierten de que un vehículo se aproxima por un lado o por otro. Esto igualmente lo hemos visto en coches desde hace años, pero ahora se introduce por primera vez en motos.

Bajo nuestro punto de vista este es incluso más útil que el radar delantero, porque las motos somos muy vulnerables a cualquier toque con otros vehículos. Además, es mucho el tiempo que tenemos coches dentro de nuestro ángulo muerto, sobre todo en conducción en ciudad.

En Italia en la presentación internacional de la Ducati Multistrada V4, empezaron a lucir los avisadores antes de percibir yo ninguna luz de ningún coche en los espejos, y al poco apareció un Porsche a más de 200km/h.

En ciudad y en incorporaciones a carretera también ayuda notablemente, evitando que tengamos que hacer ese gesto típico de mirar hacia atrás girando todo el cuerpo.

Por todo esto, a nivel de seguridad, el radar trasero nos parece más interesante que el delantero, ya que este solo sirve para regular el control de crucero, pero el trasero nos da directamente una herramienta de seguridad.

Opinión de los radares en motos

Toda ayuda electrónica, así como cada nueva tecnología, siempre está bien tenerla de nuestro lado, por lo que si tenemos la opción de elegir una moto con radar nunca estaría demás.

El radar trasero es el que sí montaríamos en todas las motos del mercado, ya que ayuda mucho en muchas situaciones y puede salvarnos de muchos sustos. El radar trasero aporta directamente un extra en seguridad activa en moto.

Respecto al radar delantero solo nos parece interesante en el caso de que vayamos hacer muchos kilómetros por autovías y autopistas. Aquí podemos establecer una velocidad y olvidarnos de acelerar y frenar por completo, pudieron ir hablando tranquilamente por el intercomunicador con el pasajero, o simplemente ir conduciendo más relajado.

En una conducción “activa” en carreteras secundarias no es interesante y no lo usaremos, ya que depender del vehículo que tenemos delante para ver cuanto acelera o frena la moto en curvas es una sensación muy rara. Y siempre es mejor disfrutar de la conducción de una moto, que es precisamente también para lo que son, y el radar nos quita conducción.

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